30 dic 2013

Escapadas: un día por el Torcal de Antequera


Este otoño nos planteamos hacer un poco de senderismo por la provincia de Málaga, concretamente por el paraje natural de El Torcal de Antequera

Llegamos al aparcamiento del Centro de Visitantes tras recorrer carreteras muy sinuosas, entre ellas la famosa "Boca del Asno". 

Allí nos informamos sobre las rutas que podíamos hacer, eligiendo una de dificultad media, la amarilla, que según las indicaciones se hace en aproximadamente 2 horas recorriendo 2.750 metros.

Por situarnos un poco en la historia del lugar, sólo decir que tiene su origen en la Era Secundaria o Mesozoica, momento en el que el fondo marino fue levantando a más de 1000 metros de altura sobre el nivel del mar debido a la acción de fuerzas tectónicas. 

El Torcal está formado por rocas calizas que se depositaron en el fondo marino durante el periodo Jurásico, hace entre 250 y 150 millones de años. Al quedarse en la superficie, los agentes atmosféricos fueron actuando sobre estas formaciones dando origen al paisaje kárstico actual.


Fuimos paseando por los senderos naturales que el paso de multitud personas han ido acrecentando a través de los años, apreciando las formaciones que la erosión ha ido modelando en el valle que atravesábamos.

Según pudimos leer en el Centro de Visitantes, El Torcal de Antequera es rico en simas, cuevas y otras formaciones subterráneas. Entre ellas, destaca la Sima de la Unión, de 225 metros de profundidad.



Llegamos a un lugar en el que llamó nuestra atención una gran formación que recordaba al perfil de un mono. Tomamos la siguiente foto en la que se puede comprobar que el parecido con este animal no es una cuestión subjetiva:
Tras el mono, el camino se fue estrechando y volviéndose un poco sombrío, ya que el valle se cerraba un poco y apenas entraba el sol. Además, la vegetación se volvía un poco más invasiva y en algunos momentos había que apartarla para seguir el recorrido.



Volvimos a un lugar más abierto en el que pensamos que igual nos habíamos desorientado un poco, pero no, el camino estaba bien indicado y gracias a la señalética que encontramos pudimos comprobar que habíamos escogido los senderos correctos.


Íbamos llegando al fin del recorrido, no sabíamos exactamente en qué punto estábamos pero llevábamos más de una hora recorriendo senderos, además que cada vez se veía menos gente alrededor, debíamos de estar lejos del punto de salida y cerca del de llegada.

Volvió a estrecharse el camino y la ruta se hizo un poco más dura debido a las "escaleras" irregulares que nos íbamos encontrando, que al ser cuesta arriba tampoco ayudaban en exceso.



Y tras casi 2 horas exactas (¡qué bien calculado!) aparecimos en una zona más abierta en la que una señal nos avisaba que ya habíamos acabado. Pero aún quedaba algo más de obligada parada antes de abandonar el paraje...

El Mirador Ventanillas, un pequeño rincón desde el que se recompensa al senderista con unos minutos relajantes en los que puede apreciar una magnífica vista de Villanueva de la Concepción, del Río Ventanillas, y muy a lo lejos, del mar Mediterráneo bañando la costa malagueña.



Sin duda una experiencia muy recomendada, os animamos a hacer senderismo por este paraje natural.

Saludos!

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