20 ene 2017

Finde 021: Ciudad Real - Almagro

Un fin de semana hicimos las maletas y nos dirigimos hacia Castilla-La Mancha para pasar una noche en Ciudad Real y visitar el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, la localidad de Almagro, los castillos de Calatrava La Vieja y Calatrava La Nueva, y todo lo que nos diera tiempo por el camino.


La primera visita iba a ser al Parque Nacional así que nos paramos por el camino para meternos entre pecho y espalda un buen desayuno. Fue en un bar llamado Los Caballos y tanto la contundencia del alimento como el precio (8€) fueron bastante aceptables.

Llegamos al Parque y por suerte la tranquilidad era aún mayor ya que apenas había visitantes en ese momento. Disponen de un gran aparcamiento y en el Centro de Visitantes te informan antes de empezar la ruta, puedes aprovisionarte de bebidas y hacer un pis previo a la caminata. 


Debemos tener en cuenta el sitio en el que estamos y es que es la única muestra que tenemos de este ecosistema denominado tablas fluviales. Estas se forman debido al desborde de los ríos Cigüela o Gigüela y Guadiana, originándose así los humedales, lugar de residencia temporal o residente de la fauna característica de la zona: zorros, liebres, patos o garzas, entre otros. 


Igualmente, nos encontramos con diversa flora que se genera gracias a las condiciones climatológicas y suelos de la región. Con ello queremos decir que no es un parquecito donde los peques van a corretear y a tirar piedras. Debemos ser responsables en cuanto a nuestra visita y tenemos que cuidar el entorno de la forma que se merece: no hay que molestar a los animales ni invadir zonas de estanques, no tirar papeles al suelo y usar las papeleras. Todas aquellas recomendaciones que deben surgir por sentido común pero que a veces parece que hay mucha gente que no entiende.
Escogimos la ruta más light y conocida, la llamada de la Isla del Pan. Puedes ir paseando por sus pasarelas e ir disfrutando del bonito paisaje que el parque nos ofrece. En épocas de migración hay muchísima más fauna de la que nosotros nos encontramos pero si os gusta descubrir sitios tan puros como este os lo recomendamos encarecidamente.



A medio camino nos sentamos en el observatorio a reponer fuerzas al sol. El tiempo de recorrido es en torno a 1 hora y 50 minutos, ya depende de las paradas que hagas. 


Nos encaminamos hacia el aparcamiento esquivando las oleadas de mosquitos que amenazaban con picotearnos si no nos dábamos prisa y pusimos rumbo al Castillo de Calatrava la Vieja.

Los restos de esta antigua ciudad fundada en el siglo VIII por los omeyas dominan el valle medio del río Guadiana. Más tarde, a mediados del siglo XII, pasaría a formar parte de las posesiones de la Orden de Calatrava. Su nombre en árabe era Qal'at Rabah, fortaleza de Rabah, que sería el encargado de controlar este punto estratégico entre Córdoba y Toledo.

Este enclave es uno de los más importantes de origen islámico: 44 torres de flanqueo, siendo 2 de ellas albarranas, rodeadas por un foso regado por el río Guadiana; medina, alcázar y arrabales, restos de un cementerio almohade y una mezquita donde hoy en día está la Santuario de la Encarnación, en Carrión de Calatrava. Seguro que no os deja indiferentes. 


Llegamos a Ciudad Real y fuimos hacia el alojamiento, el Hotel Silken Alfonso X, muy céntrico aunque una vez en la habitación era tranquilo, y eso que tenía una obra al lado. En la habitación estaba todo correcto, en su justa medida. Muy bien el hotel, y por tan solo 44€ la noche con el desayuno incluido.


Reservamos alojamiento y desayuno para dos noches así que para cenar salimos a dar una vuelta. Elegimos el Bar Avenida, muy cerca del hotel, en la Plaza de San Francisco. El ambiente era familiar y nos tomamos una gran hamburguesa y un gran sandwich para cenar y unas copas para finalizar la noche. Un lugar agradable.

Por la mañana habíamos reservado una visita guiada en la oficina de turismo por el módico precio de 3€ por persona. Una ganga teniendo en cuenta el contenido de la visita y lo bien que nos explicó todo la guía. Muy recomendada la reserva así que no lo dejéis escapar si andáis por la ciudad.


La primera parada del recorrido fue en la iglesia de San Pedro, construida entre el siglo XIV y el XV pero arreglada en multitud de ocasiones a lo largo de los años. 
En esta iglesia la guía nos contó bastantes anécdotas, por ejemplo que hubo tantas manos y directores de obra construyéndola que el resultado en su interior ha dejado distintas formas de construcción.


También que por lo inestable del lugar de construcción se iba a caer y le pusieron refuerzos como para aguantar una catedral en una de sus caras.


De ahí fuimos a ver el famoso Carillón de Ciudad Real, construido en un edificio que fue ayuntamiento hasta 1865, expropiado previamente por los Reyes Católicos al rabino Alvar Díaz en 1484. 

Desde 2005, con motivo del 750 aniversario de la fundación de la ciudad por Alfonso X El Sabio, se puede disfrutar de los personajes que animan el paso de las horas: Don Quijote, Sancho y Cervantes. Aquí pudimos grabar este vídeo:


De ahí fuimos a la iglesia de Santiago, de finales del siglo XIII, en la que destaca su espectacular artesonado mudéjar, que permaneció oculto por una bóveda de cañón desde el siglo XVIII.


En el barrio en el que se encuentra la iglesia, el Barrio de La Mata, nos contó la guía que existe un complejo entramado de cuevas naturales como consecuencia del río Guadiana o del trabajo del hombre aprovechando la facilidad del terreno.


Seguimos paseando hasta el Palacio de la Diputación, situado en una gran plaza. Data del siglo XIX, obra del arquitecto Santiago Rebollar. En su gran fachada destaca el escudo de la ciudad. 

Muy cerca vimos una estatua de un nazareno con 6 dedos aunque la historia no conseguimos recordarla ni tampoco hemos encontrado referencias en internet. (Si sabes su historia te agradeceríamos que nos la contaras en los comentarios ;) )



Pasamos por el Convento de la Merced, actual Museo de la Merced, muy cerca del Arqueológico. Fue construido en el siglo XVII  y tuvo varios usos. Desde convento, pasando por centro de enseñanza superior (el más importante de Ciudad Real tras el cierre de la Universidad de Almagro) y museo en la actualidad.
Casi llegando al fin del recorrido, vimos la Catedral de Santa María del Prado, construida en el siglo XIII pero ampliada a su tamaño actual en el XV.


Destaca la imagen de la Virgen dando a la calle, que permanece así todo el año excepto en la semana grande de agosto. Es la segunda iglesia más ancha de una sola nave en España, tras la primera que está en Gerona.

Finalizamos la ruta guiada en la Casa de Hernán Pérez del Pulgar, militar destacado al servicio de los Reyes Católicos. En la actualidad la casa conserva el patio original y la habitación de Hernán Pérez del Pulgar. Es sede del Museo Municipal López Villaseñor de pintura y escultura, y también el Archivo Histórico Municipal y una Sala de Exposiciones Temporales.

Visitar Almagro


Al acabar nos dirigimos hacia Almagro, ciudad situada en el Campo de Calatrava, con idea de comer y luego visitar un poco el lugar. La plaza tiene planta rectangular flanqueada por columnas toscanas en los soportales dónde podemos encontrar tiendas de productos típicos de La Mancha y bares en los cuales probar la rica gastronomía de la región.

En la Plaza Mayor nos sentamos en el Bar Platea y nos pedimos dos menús con un par de copas de vino que traían su tapa de choricitos y las típicas berenjenas de Almagro.

Además de eso, disfrutamos de los siguientes platos: pisto con huevo, asadillo, migas del pastor y solomillo al vino tinto. Todo muy típico de la zona. Y para poner la guinda unos postres muy ricos, destacando el mostillo.



Nos gustaría destacar los vinos que nos acompañaron en la comida, Ágora Roble y Vulcanus, comprando de este último una botella en una tienda de la plaza. En total la comida nos salió por 23,50€.

Después de almorzar entramos al famoso Corral de Comedias de Almagro, cuya entrada está en 4€ por persona incluyendo una audioguía. Fue construido en 1628 a partir del solar donde se emplazaba el Mesón del Moro. Se adquirieron las viviendas colindantes a éste hasta llegar a tener una superficie de 622 m², algo más del doble de lo que podemos ver hoy en día.



En su construcción se pretendió imitar la arquitectura de la Plaza Mayor. En el siglo XVIII se prohibieron los corrales por lo que el corral de comedias pasó a utilizarse como posada. El motivo del cierre de estos espacios se debía a la poca higiene que existía, los desórdenes que solían producirse y el riesgo de incendio sumado a la llegada de la ópera, que requería de otros lugares con condiciones específicas para su ejecución.

Hasta su descubrimiento en 1952 no volvió a ser utilizado como tal. El corral se restaura y acondiciona para su uso y pocos años más tarde, en 1955, es declarado Monumento Histórico-Artístico. Desde 1977 se celebra durante el mes de julio el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro.

Es el único ejemplo en el mundo de esta tipología de teatro que se conserve de forma íntegra. Por ello, forma parte de la "Ruta Europea de Teatros Históricos" que conecta 120 espacios teatrales singulares.

Para finalizar la visita a Almagro nos dimos una vuelta por los alrededores y vimos que había un Museo del Encaje y la iglesia de San Agustín.

A la vuelta bajamos a cenar en la Plaza Mayor de Ciudad Real, en el Bar El Portalón de la Casona. Allí las tapas están a 1,30€ y las consumiciones traen una "gratis" pero las cobran a precio de oro. Por ejemplo, una jarra de medio litro de cerveza 3,40€ y un refresco 2,30€. 
Pedimos dos tapas de baguetina de pollo con queso gouda, una de sarten de migas con huevo, una de focaccia de cebolla con salmón, y otra de kebab en pan de pita. Todo por 9,60€.

Al día siguiente emprendimos la vuelta tranquilamente haciendo una parada en el Castillo de Calatrava la Nueva, en el término municipal de Aldea del Rey, una gran fortaleza situada en un lugar llamado cerro Alacranejo, controlando uno de los pasos naturales hacia Sierra Morena.


No se sabe con exactitud cuándo fue construido pero sí hay documentos que hablan de su existencia en el siglo XII, aunque la actual fue construida por la Orden de Calatrava en el siglo XIII, siendo su sede en detrimento del Castillo de Calatrava la Vieja. El camino empedrado que lleva hacia ella se sabe que fue construido en 1560 para la visita de Felipe II.




El Castillo está compuesto por una iglesia, un convento, una hospedería, casas del servicio, murallas, caballerizas, almacenes, cementerio, aljibes, etc.





Desde sus murallas las vistas tanto del interior del Castillo como de todo el terreno que queda alrededor son impresionantes, y más un día de cielo despejado como el que tuvimos.



La iglesia es de estilo cisterciense y tiene un gran rosetón en la fachada. Data del tiempo de los Reyes Católicos y es un lugar muy imponente. En su interior la temperatura es mucho más baja que en el exterior. Esto se debe a varios factores como son el poco sol que entra en ella, el fuerte viento, lo desnudo de su interior y la humedad. Merece la pena visitarla, de las más espectaculares que hemos visto teniendo en cuenta su estado.

Antes de partir de vuelta nos paramos unos instantes en la parte baja del cerro para tomar una última foto del Castillo. Nos llevamos muy buen recuerdo del lugar y del viaje en general.

Paramos para almorzar en Puertollano, encontrándonos con que se estaba celebrando el carnaval y todo estaba lleno. Tras mirar varios sitios entramos en Paddock Racing Bar y pedimos huevos rotos con patatas, jamón ibérico y queso, un mollete con lechuga, tomate y Solomillo con roquefort, y para rematar una tosta de jamón. Y por si fuera poco, nos pusieron un platito de arroz con bogavante. Fue una auténtica barbaridad y por tan solo 17€.


Como conclusión del viaje, la pregunta que suele hacerte la gente cuando vas a Ciudad Real suele ser "¿a Ciudad Real? ¿qué hay allí?" pero cuando vas te das cuenta que hay mucho que descubrir. Es una tierra llena de historia y cultura, con muchas anécdotas que le dan aún más valor. Si tenéis oportunidad de ir, no la dejéis pasar.  

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