27 ago 2010

Finde 001: Tarifa

Quien me conoce, imaginaría que la ciudad del viento, Tarifa, sería el inicio de esta nueva andadura bloguera. Realmente, a lo largo de mi vida no es un finde lo que he pasado en esta localidad, sino algunos años si sumamos todos los intervalos de tiempo que estuve aquí.

Tarifa se encuentra en el punto más meridional de la Península Ibérica, la Punta de Tarifa o «Marroquí», accidente geográfico que se sitúa en la Isla de las Palomas, unida hoy a la propia ciudad por medio de una carretera-calle, que sirve de acceso al faro de Tarifa que en ella se ubica. El cabo o Punta de Tarifa sirve además de divisoria a las aguas del Mar Mediterráneo y del Océano Atlántico, que se cruzan justo enfrente de la propia ciudad, situada en el Estrecho de Gibraltar, a una distancia mínima de 14 kilómetros de las costas marroquíes, siendo la ciudad europea más cercana al continente africano.


Lo primero que debo decir sobre el plan en Tarifa es que es una ciudad en la que se puede invertir en calidad de vida. Siempre hay algo que hacer por aquí, muchísimas actividades para no parar, ya sean de pago o gratis, siempre hay algo que hacer. Solo hay una variable que puede decidirlo: el viento.


Alojamiento en Tarifa

Empezaremos la andadura tarifeña buscando alojamiento, el cual dependerá de la economia de nuestras carteras. Tanto fuera como dentro de la ciudad podemos encontrar alojamientos con mucho encanto, con ese toque árabe que la cercanía con Marruecos hace que se respire por la ciudad. Estos hospedajes la única pega que tienen es que son relativamente caros, ya que no existen muchas plazas en comparación con la demanda que tienen. Lo normal es pagar en temporada alta por una habitación en un hostal con encanto lo mismo que en una gran capital por un hotel de cuatro estrellas. Algunos ejemplos de alojamiento en Tarifa serían 100% Fun, Hurricane, Koala.

Pero no hay que desesperarse, también hay numerosos campings llegando a Tarifa, por ejemplo, el Torre de la Peña, el Camping Tarifa, el Paloma. En los que nos podremos alojar con unos precios asequibles. La única pega es que se llenan muy rápido en temporada alta.

Otra forma de alojarse sería alquilando un piso o apartamento, pero esta modalidad está más indicada para grupos debido a los altos precios de los alquileres veraniegos, aunque si el grupo es de 5 o 6, al final sale rentable.

Playas de Tarifa

Una vez conseguido el alojamiento, empieza el finde. Podemos encontrarnos con que el levante no de mucha tregua para ir a la playa, aunque si somos valientes, podemos ir a darnos un bañito express en la Playa de Los Lances (aguas del Atlántico), en la que el viento nos dará golpecitos de arena según vayamos saliendo del agua. 

En el caso de que no sea soportable, siempre quedará la Playa Chica (aguas del Mediterráneo), una pequeña calita a la izquierda del camino de la Isla de Las Palomas, antigua zona militar que hoy en día presenta un futuro incierto.

La Isla de las Palomas

Tras el bañito, podemos dar un paseito hacia la Isla de Las Palomas, donde el faro de Tarifa, en la que si la marea está baja se puede andar sobre lo que queda de un antiguo puerto fenicio situado a la derecha según llegamos. A lo que es el recinto amurallado de la Isla, no se puede acceder a no ser que se vaya con un permiso, aunque según me han contado, si se va de voluntario para investigaciones ornitológicas se puede dar una vueltecita y conocer aquello. 

Al menos yo, a día de hoy, solo tengo los testimonios de quienes entraron y google maps. Me queda pendiente entrar. Si somos apasionados del submarinismo o simplemente nos llama la atención, en Tarifa se puede contratar con diversas empresas la experiencia de visitar algunos lugares bajo el agua cercanos a la Isla en los que la cantidad de vida submarina que veremos nos dejará con la boca abierta (metafóricamente, claro, estamos bajo el agua jejeje). Para los más avanzados, hay varios barcos hundidos que la fauna y flora han envuelto, algunos ejemplos son el Pecio San Andrés, o el Pecio de las Gorgonias. Mi modesta experiencia es alrededor del lado izquierdo del camino según llegamos a la Isla, con un traje de neopreno, unas aletas y un snorquel. Pude ver multitud de corales, peces, centollos, pulpos... impresionante. Eso sí, importantísimo ir con alguien que como mínimo, tenga experiencia en el lugar, las corrientes que hay por allí podrían darnos un buen susto.

Dónde comer en Tarifa

Con tanto ajetreo puede entrar hambrecilla, por lo que las opciones culinarias que nos encontramos son: comprar comida, comer en bares/restaurantes. La primera opción se puede hacer en los diversos supermercados que tiene Tarifa (Mercadona, Eroski, Dia, Covirán, Lidl) o en las tiendas de toda la vida, entre las que destaco la tienda de Pepe el Bueno, en la calle Aljaranda, cerca del Miramar de Tarifa y del Ayuntamiento.


Como segunda opción, podemos comer fuera. Esto es bien sencillo, ya que a día de hoy, siempre que lo he hecho he acabado bastante satisfecho. Hay algunos sitios más económicos que otros, pero por lo general los precios suelen ser más o menos entorno a 12€-15€ por persona (esta es mi experiencia de estómago sin fondo, una persona normal puede comer por menos jejeje). Recomiendo el Bar El Puerto (muy buen tapeo) y el Bar La Voracera (muy buen pescado). Aunque si lo que queremos es reventar, lo mejor es ir al Buffet Buenaire, donde hay buena comida y a muy buen precio.

Qué ver en Tarifa

Para pasar la tarde de este primer día del fin de semana mi propuesta es visitar el casco antiguo de la ciudad. Una ciudad amurallada en la que perderse por los callejones blancos del centro histórico.

Caben destacar dentro de la muralla la iglesia de San Mateo (Anécdota: mi abuelo transportó en su camión y ayudó a montar las columnas de San Mateo) y la iglesia de San Francisco, al igual que el Castillo de Guzmán el Bueno, una fortaleza que data del Siglo X. y que integra a la iglesia de Santa María en su recinto. La otra iglesia que podemos encontrar en Tarifa es la antigua iglesia de Santiago, actualmente en ruinas.

Historia de Guzmán el Bueno

Con suerte lo podemos encontrar con entrada gratis debido a alguna actividad en el interior (aunque cuando no las hay son pocos euros la entrada), y podemos echar un tiempo dentro imaginando como fue todo aquello en la época cuando los ataques árabes al castillo estaban a la orden del día. Dice la leyenda, que los árabes secuestraron al hijo de Guzmán el Bueno y se lo llevaron al otro lado del estrecho, entonces, vinieron y le dijeron a Guzmán que si no entregaba la ciudad, mataban a su hijo. El héroe cristiano dijo entonces por el bien del pueblo y desde lo alto de la muralla: “Aquí tenéis el puñal para matarlo” al mismo tiempo que les lanzaba el puñal.


Este hecho está representado en una estatua situada a pocos metros de la puerta del castillo, en La Alameda. (Anécdota: Mi abuelo transportó en su camión el mármol de la base y la estatua, ayudando posteriormente a su montaje definitivo). Tras tanta cultura, para pensar y reflexionar sobre ello podemos tomarnos un refrigerio o bien en la misma Alameda, o bien en La Calzada (que en verdad se llama calle Sancho IV el Bravo), donde encontraremos el clásico (aunque moderno) Café Central, rodeado de otros bares y cafés de más reciente creación. Todos vigilados por la Iglesia de San Mateo al final de la calle.

De tiendas por Tarifa

Para finalizar la tarde, no vendría mal una vuelta de reconocimiento por la Calle Batalla Del Salado, la de las tiendas surferas, a la que llegaremos subiendo desde La Calzada por la Calle de la Luz para salir del recinto amurallado por la Puerta de Jerez. En Batalla del Salado encontraremos muchas tiendas de ropa surfera, accesorios para Kite y Windsurf (de éstos cada vez menos, y eso que fue el deporte que popularizó a Tarifa), y multitud de cursos de Wind y Kite que ofrecen las mismas tiendas. Tras un sondeo de precios, horarios, etc, si estamos en buena forma física merecería la pena aventurarse en el curso. Mi experiencia en este terreno fue cuando en 2004, mis años mozos, hice un curso de iniciación de Windsurf en la escuela ArteVida, en la carretera dirección Cádiz saliendo de Tarifa, que si no recuerdo mal fueron 80€ y que para mi gusto mereció la pena. Buen aprendizaje y buen trato, ¿qué mas puede pedir un inexperto? Jejeje

Cenar en Tarifa

Llegó la hora de cenar de este primer día, y aunque la oferta en Tarifa es amplia, me voy a permitir recomendar “La Rosa Negra”. Un restaurante al que podemos llegar siguiendo rectos desde la calle de la derecha de la Iglesia de San Mateo, pasando Correos, y antes de llegar a la sala de exposiciones Cárcel Real (antigua cárcel de Tarifa). Allí podremos degustar (como ejemplo de lo que tomé) una carne bastante rica acompañada de un vino tinto bastante adecuado. Para dos personas, con entrantes, vino, platos y postres, la cuenta se puede situar entorno a 60€. Calidad a buen precio y con muy buen trato.

Si el cuerpo aun tiene ganas de seguir, podemos perdernos por los bares del centro histórico, en los que nos podremos tomar los típicos mojitos, caipirinhas, etc, o los combinados que apetezcan. Destaco el bar de copas "Aloha" en el que sirven unos cócteles muy originales, y también “Er Callejón”, en el que los precios son bastante más económicos que en el resto. (combinados a 3´5€, mojitos a 4´5€, etc)

Qué hacer en Tarifa

El segundo día podría plantearse con un comienzo de relax en la playa de Los Lances si el viento lo permite, reservando previamente para la tarde un viajecito por el estrecho en barco para ver delfines, ballenas, y en ocasiones orcas. Estos viajes no suelen costar mucho para la experiencia tan buena que es, y además te garantizan el avistamiento de los cetáceos desde sus embarcaciones especialmente preparadas para estas actividades.



En el caso de haber salido en esta actividad, al volver al Puerto de Tarifa podemos aprovechar para dar una vuelta por allí dentro de lo que cabe, ya que la ampliación de la aduana ha restringido un poco el paseo que antiguamente se podía dar, llegando incluso a pie a la conocida popularmente como Punta del Santo, (escultura al Sagrado Corazón inaugurada en 1944 dando de esta forma término a la obra del puerto). Aun así, por la tarde podremos ver por allí a parte de la flota pesquera de Tarifa, amarrada esperando para salir a la mar.

Castillo de Santa Catalina

Aprovechando la cercanía, se puede visitar al salir del puerto el Castillo de Santa Catalina, un castillo que según me han contado, lo mando construir una persona que lo vio en Italia y se le antojó, y como con dinero todo se puede... (esto no se si es verdad, es leyenda que me ha llegado). Actualmente no se puede visitar debido a que las obras de acondicionamiento están paradas (problemas políticos de coger lo que no es de uno según he oído), aunque a diario se ven turistas subiendo por un “hueco” del muro (más bien ausencia de parte del muro). Llama la atención que en la base del terreno donde está el castillo, aun se conservan nidos de ametralladoras construídos hace decenas de años para defenderse de lo que se consideraba una hipotética invasión desde la playa.

Calles de Tarifa

Tras pasar la tarde conociendo un poco más los callejones del pueblo, pegaría un buen tapeo como cena. Mi recomendación es el triángulo que forman los bares Rico, La Posada, y Los Melli, donde podremos degustar buenas tapas a buen precio. Aunque si preferimos pizza, recomiendo la pizzería ¨La Fuente”, justo en el centro del triángulo que forman los tres bares mencionados. Estos cuatro establecimientos están en la calle que sube a la izquierda desde la puerta del Castillo de Guzmán el Bueno y casi llegando al Miramar, lugar que agrada visitar tras la cena ya que su situación, en la Plazuela del Viento, lo convierte en un lugar fresco desde el que se puede divisar el Puerto de Tarifa en primer plano, y el faro de la Isla de Las Palomas en segundo. Si la noche lo permitiera, se podrían observar al otro lado del Estrecho las luces que iluminan la costa de África así como algunos faros marroquíes allí situados. Una vez disfrutada la experiencia, nos podremos relajar un poco con el sonido del agua en la plaza donde está situado el Ayuntamiento de Tarifa, la plaza de Santa María, con la fuente de “las ranitas” en su centro.

Dunas de Tarifa

Un último día de fin de semana que si el tiempo es bueno, (como siempre he dicho), habría que invertir en ir a la Playa de Valdevaqueros, en Punta Paloma. Presidida por una enorme duna de arena que pese a los intentos del ser humano por frenarlo, no deja de ganarle terreno cada año a la montaña que, por el momento, la supera en altura. Para mi esa playa tiene un encanto especial, al formar una especie de pequeño golfo da la impresión de que el agua está más serena, más tipo piscina, además, tiene el aliciente de que si andamos hacia la derecha unos 25 minutos, llegaremos a una roca que se deshace para darnos su piedra que mojada y machacada, dará un barro que según dicen, es bueno para la piel. Yo creo que ni es bueno ni malo, solo que todos disfrutamos como niños con el proceso de embarrado. Luego, mientras caminamos de vuelta hacia la toalla, el barro se irá secando y supuestamente llevándose las impurezas de la piel. La realidad es que al quitarse el barro con un bañito, la piel queda bastante suave ¿será verdad que es buena para la piel?

Tras un buen día playero, toca volver a Tarifa. No somos los únicos que elegimos ir a pasar el día a Valdevaqueros, por lo que la caravana que encontraremos no debe sorprendernos. Mi consejo: parar en los “bares” (son mucho más que eso en realidad) que hay en la carretera hacia Tarifa y tomarnos un exótico zumo de lo que más nos apetezca mientras dejamos que la gente vuelva a Tarifa. Si damos con el lugar adecuado, estaría bien incluso cenar. Aun no lo he probado, pero me han dicho que en Pachamama, en esa misma carretera, además de comidas y cenas se puede disfrutar de una piscinita especialmente indicada para los días de levante. A ver si lo pruebo.

Bueno, espero que estos consejos y experiencias sirvan para que aquellos viajeros que llegaron hasta este blog, puedan tener una idea previa de qué hacer en Tarifa, o al menos, de lo que se van a encontrar por allí. Aparte de todo lo que he propuesto, se pueden ir a ver los molinos de viento, el Santuario de la Virgen de la Luz, la playa de La Caleta, las ruinas romanas de Baelo Claudia, la Cueva del Moro, y muchísimas cosas más. Pero haría falta más de un finde para todo jejeje

Con el tiempo iré poniendo más planes para findesemanear, espero que este primero haya cumplido el objetivo del blog.

Un saludo!

5 comentarios:

....Jose Villalpando dijo...

Una información muy buena para los que como yo, queremos ir a pasar un finde a Tarifa....

Anónimo dijo...

Yo recomendaría el Hotel La Peña, hotel muy acogedor y encantador...cerca de la playa de los Lances www.hotelentarifa.com (Me van a tener que pagar comisión los del hotel, jejeje)

Anónimo dijo...

A mi me gusto mucho el Hostal Alborada..nel centro, cerca de la playa y cerca del parte antigua de la ciudad, esta justo al lado de un supermercado, y de la calle de las tiendas...lo tiene todos cerquita...

Anónimo dijo...

Os recomiendo los apartamentos San donatos, son nuevos, genial localizados y con mucho encanto

slla dijo...

mis preferidos para comer/ cenar: sin duda la Pescaderia, también el Frances y El Lola. Un saludo

http://bypilimili.blogspot.com.es/

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